Ahora que llega el buen tiempo y los días son más largos, ¿a quién no le gusta sentarse en una terracita a tomarse unas cañitas o dar un paseo por las calles de Madrid siempre tan pobladas?
Pues bien, la semana pasada fui a dar uno de esos paseítos y me senté en un banco por una de las calles más transitadas y me dio por observar a la gente que pasaba, ¿Qué curioso es esto del lenguaje no verbal, eh? Unos paseando solos cabizbajos, otros cantando y otros andando con una soltura que parece que van moviéndose con una sensual sintonía.
Luego tienes sus vestimentas, ¿os habéis fijado alguna vez? Parece que la gente va como quiere y le da la gana, algunos parecen que cogen la ropa con los ojos cerrados, cogiendo lo primero que pillan y luego se lo plantan y van tan monos...
Y luego está la gente como yo que se tiran 2 horas plantadas delante del armario y nunca nada les viene bien, y encima pensando ¿ pero cómo me voy a poner yo esto?, ¿ que va a pensar la gente?
En fin, lo que está claro es que cada uno debe ir como más cómodo y mejor se vea sin pensar en los demás. Y si algún día tienes algún problema recuerda ésta frase que dice: "Alguien que mantiene la capacidad de ver la belleza nunca se hará mayor".
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