Coincidiendo este último fin de semana con una boda me paré a pensar en lo poco favorecedores que me resultan estos escotes en ciertas novias, o en ciertos cuerpos...
Comencemos por su historia; La versión más extendida del origen fue la de una modista que dio su palabra de honor a la modelo que lo llevaría de que no se le resbalaría a pesar de no llevar tirantes. Y otra es que los hombres daban su palabra de honor que no les pisarían el vestido a la hora de bailar, yo me quedo con la segunda, me resulta más divertida!!!

Pero si aún así no cumples estos canones para llevarlo y es tu ilusión, a delante, como decimos en clase lo que cuenta es la ACTITUD!!!
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